El presidente turco Recep Tayyip Erdogan declaró el miércoles un estado de excepción por tres meses después de un fallido intento de golpe de Estado, y dijo que eliminará de las fuerzas armadas el "virus" de la subversión y otorgará al gobierno poderes extraordinarios para ampliar medidas de fuerza que ya han incluido arrestos masivos y el cierre de cientos de escuelas.