En tiempos en los que las problemáticas sociales parecen multiplicarse, el voluntariado emerge como una de las formas más poderosas y directas de contribuir al bienestar colectivo. Para Juan Manuel Ponce Díaz, presidente de la Fundación Vive Peninsular, esta práctica no solo representa un acto de generosidad, sino también una herramienta esencial para construir comunidades más empáticas, unidas y resilientes