IA, cloud híbrido y ciberseguridad impulsan una nueva fase digital donde la Infraestructura de Datos Inteligente unifica, gobierna y protege la información, permitiendo a las organizaciones escalar innovación, fortalecer la resiliencia y convertir los datos en valor real y sostenible
Al cierre de 2025 y crece el interés por entender qué marcará el rumbo del sector de Tecnologías de la Información en el año que viene. NetApp, a partir de las perspectivas de sus líderes, socios y clientes a nivel global, presenta doce predicciones sobre la evolución de la tecnología empresarial en 2026, articuladas en torno a cuatro pilares clave: IA, Cloud, Ciberresiliencia y Modernización de la infraestructura. Estas tendencias anticipan una nueva fase de transformación digital definida por la Infraestructura de Datos Inteligente, donde la convergencia entre IA, cloud híbrido y ciberseguridad será determinante.
En 2026, la IA dará el salto definitivo de los pilotos a la producción a gran escala. Las organizaciones dejarán atrás la experimentación aislada para integrar la IA de forma transversal en sus operaciones. El verdadero diferenciador ya no será el tamaño del modelo ni la cantidad de datos, sino la capacidad de contar con datos unificados, gobernados y accesibles. La Infraestructura de Datos Inteligente permitirá automatizar la curación, vectorización y acceso a la información, resolviendo uno de los principales obstáculos históricos de la IA: unas bases de datos débiles. Los casos de éxito del futuro comenzarán por fortalecer este fundamento.
Paralelamente, emergerá con fuerza la IA agéntica, enfocada en sistemas capaces de actuar, aprender y ejecutar tareas de forma autónoma. Esta evolución requerirá acceso rápido y confiable a datos empresariales bien gobernados en entornos híbridos. Plataformas con modelos de datos unificados y arquitecturas desagregadas permitirán escalar rendimiento y capacidad de manera independiente, tanto on-premises como en la nube, garantizando flexibilidad y eficiencia para las cargas de IA.
El futuro de la IA será inherentemente híbrido y multicloud. Las organizaciones apostarán por unificar y gobernar los datos a través de múltiples nubes para ejecutar la IA donde resulte más eficiente, reduciendo latencias, reforzando el cumplimiento y acelerando los resultados. Las estrategias cloud evolucionarán hacia plataformas de datos optimizadas por carga de trabajo, dejando atrás los mandatos genéricos de "migrar a la nube" para dar paso a decisiones inteligentes de colocación de cargas basadas en valor.
La soberanía del dato también reconfigurará las arquitecturas globales. Ante regulaciones más estrictas, las empresas crearán entornos locales o soberanos apoyados en plataformas que automaticen el cifrado, la gestión de políticas y el cumplimiento normativo, permitiendo innovar sin comprometer la privacidad.
En materia de ciberresiliencia, el foco se desplazará hacia la detección temprana de brechas y la velocidad de recuperación. Las amenazas serán más complejas y orientadas a la exfiltración y monetización de datos, lo que impulsará la adopción de herramientas de seguridad basadas en IA, integradas de forma nativa en la infraestructura. El gobierno, la integridad y el linaje de los datos se convertirán en pilares indispensables para una IA confiable.
La modernización se acelerará mediante modelos de consumo inteligente, migraciones sin copias y acceso unificado a los datos mediante un único espacio de nombres a escala global. En 2026, prosperarán las organizaciones que integren inteligencia en cada capa de su infraestructura, simplifiquen la complejidad y automaticen la confianza.
