Ralph Lauren, la compañía estadounidense de moda, informaba el pasado martes del cierre definitivo de una de sus tiendas físicas insignia, la Fifth Avenue Polo, en Nueva York. Además, la empresa llevará a cabo nuevos recortes de puestos de trabajo como parte de su programa reestructurador. Del mismo modo que otras cadenas minoristas del sector, Ralph Lauren se ha visto obligada a reducir sus ingresos debido al aumento de compras a través de Internet y la creciente competencia de cadenas consideradas como moda rápida, o fast fashion, como pueden ser H&M o Zara.
Por el momento, Ralph Lauren pretende implantar mejoras en el comercio electrónico mediante un acuerdo con Salesforce, por lo que se encuentra analizando conceptos nuevos de ventas minoristas. Las acciones de Ralph Lauren—que han caído casi 10 por ciento en lo que llevamos de año— tuvieron un descenso de 5%, para llegar a 77'38 dólares en las operaciones del pasado martes. Esta caída se ha visto acompañada de una venta masiva de acciones de otras marcas minoristas, en la que marcas como L Brands y Kohl cayeron casi un 4%, para llegar a colocarse entre los 44 y 37'58 dólares, respectivamente.
La cadena de moda confía en poder llevar a cabo distintos métodos de reestructura de alrededor de 307 millones de dólares. De todos modos, los esfuerzos para aligerar la organización y abordar su estructura de importes y de bienes de raíces, debe tener como resultado final un ahorro de 140 millones de dólares, pudiéndolos reinvertir para un crecimiento a corto plazo. Estos ahorros se añaden a los gastos anuales, que según anunciaron el año pasado fueron entre 180 y 220 millones de dólares, cuando Stefan Larsson, director ejecutivo, expuso el plan de seguimiento.
